Cuenta la leyenda, que este ser es un personaje es una especie de enorme culebra verdosa. Mide alrededor de medio metro de largo y vive en el corazón de los árboles huecos. El Piuchén gusta de chupar la sangre a las ovejas o a los cristianos desde lejos. Aquellos que lograron notar su presencia, afirman que deja huellas de sangre en su camino.
En los campos o granjas de ovejas donde el Piuchén gusta merodear, los dueños dejan seis o más Chivos (Cabros) para ahuyentar a este sólo con ayuda de su hedor y más por su sangre que es muy fuerte.
Otros cuentan que para liquidar al Piuchén, lo persíguen hasta su nido en el árbol, y en la boca donde este se esconde, lo tapan con una gruesa tela para que no escape. Luego y de inmediato, le prenden fuego.
En Mapuche, Piuchén significa "secar a la gente". Se dice que también aparece en Coquimbo, la Araucanía y Chiloé (todas ciudades de Chile)
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