La Vainilla - Leyenda de Mexico

Cuentan que Xanath, hija de nobles totonacas, era una mujer muy hermosa. Un día, cuando estaba depositando una ofrenda, se encontró casualmente con Tzarahuín (jilguero), un alegre doncel al que le agradaba silbar, y surgió entre ambos amor a primera vista.

Pero, ese romance era complicado, por la diferencia social entre los dos ya que Tzarahuín vivía en una choza humilde rodeada de tierra fértil en que abundaban las anonas, las piñas y las calabazas. Sin embargo, los dos vivían su romance de manera secreta. 

Una tarde en que Xanath pasaba junto al templo sagrado de los nichos, fue sorprendida por la mirada del dios gordo de la felicidad, quien la cortejó, pero ella fue fiel a su amado.

El astuto dios gordo resolvió entonces ganarse la confianza del padre de la joven para que influyera en el ánimo de Xanath. Lo invitó a su palacio, le reveló secretos divinos y cuando manifestó interés por la linda muchacha, recibió completo apoyo para casarse con ella.

La Vainilla

Xanath, tuvo que aceptar una cita con con el dios gordo, pero al no acceder a la petición del testarudo dios, éste, irritado, lanzó un conjuro sobre la doncella y la transformó en una planta débil de flores blancas y exquisito aroma: la vainilla. Desde ese día siempre se tiene presente a la vainilla en la cocina y el dios gordo fue olvidado.


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